Los mochi son pastelitos japoneses muy tradicionales que están ganando mucha popularidad en occidente. Como tantas otras delicias orientales, su ingrediente principal es el arroz, que se combina con otros elementos para dar un alimento único en su especie.
El mochi (餅) se come tradicionalmente a principios de enero en Japón como una tradición en la que algunas familias lo preparan en las reuniones familiares de año nuevo, para posteriormente degustarlos tras la comida o junto con un té. El arroz es cocido y después aplastado con un mazo de madera hasta coger un alto grado de densidad, la cual se suele rellenar de varias maneras: con chocolate, judía roja, fresa, té verde, artemisa… y después se puede recubrir con azúcar glas, semillas de sésamo… hay muchas variedades, incluso algunas que empiezan a tomar fuerza fuera de Japón.
Es habitual que el paladar occidental no acepte el sabor del mochi en primera instancia. Esto ocurre principalmente por dos motivos: el sabor y la densidad. En occidente estamos acostumbrados a que los dulces sean muy azucarados y de sabor potente, mientras que el mochi tiene un carácter más suave y en general lleva poco o nada de azúcar. Además, el arroz aplastado hace que la masa sea pegajosa y un poco extraña de comer, pues puede parecer chicle.
La receta más típica del mochi es bastante sencilla de hacer, aunque necesita del arroz glutinoso que se consigue en tiendas de importación. Gracias a la flexibilidad que permite, se puede preparar de muchos sabores de una sola vez, así que es genial para experimentar. Por supuesto, también se puede comprar mochi ya preparado, es un alimento que se conserva bastante bien aunque en España resulta un poco caro.
Algunos medios de comunicación califican el mochi como un alimento peligroso para la salud, ya que se han registrado casos de personas mayores que se han atragantado al comer un trozo grande de mochi sin masticar. Las estadísticas de estos casos son marginales, pero sí es verdad que la densidad del mochi engaña, y pese a su pequeño tamaño es recomendable comerlo en bocados diminutos para masticarlo bien.
A continuación un vídeo con la receta de mochi:
Una idea sobre “Son pequeños, son deliciosos, son mochi”