Ibarzabal. Crónicas de los samuráis. Por qué los grandes ídolos construyen la historia

«Yo soy yo y mi circunstancia», señalaba Ortega y Gasset en una de sus oratorias más trascendentes. La circunstancia vital de cada uno define nuestra identidad, y del mismo modo se podría señalar que la identidad individual refleja la circunstancia histórica. Estudiar la historia, a menudo, se lleva a cabo atendiendo a las hazañas de los grandes personajes: reyes, generales, diplomáticos… la historia de Japón es toda una cantera de figuras prominentes que definieron épocas, y bajo esta premisa nace ‘Crónicas de los samuráis’, un recorrido por los momentos más importantes del pasado nipón.

Los héroes hacen la historia

Desde la era Heian (794-1185) hasta la era Meiji (1868-1912) Japón sufrió muchos cambios drásticos en su sistema social y cultural. Partiendo de unos inicios apoyados fuertemente en la influencia china y el poder nobiliario, gran parte del milenio pasado transcurrió bajo el dominio de una serie de familias militares. Sus distintas costumbres y valores, bajo un estricto aislamiento, modelaron un refinamiento cultural que se grabaría con fuego sobre el carácter colectivo, aún visible a día de hoy. Y así llegamos al siglo XX, momento definitorio en el cual Japón rompe su aislamiento del mundo.

Bajo todos estos episodios siempre hay personajes históricos que llevarían las riendas o protagonizarían importantes gestas que servirían de modelo para futuras generaciones. Hablamos de Minamoto Yoritomo, Hojo Tokimune, Toyotomi Hideyoshi, Miyamoto Musashi o Sakamoto Ryoma entre muchos otros: desde la política hasta las artes marciales, pasando por la diplomacia. Con una narrativa muy entretenida y adictiva, ‘Crónicas de los samuráis’ lleva de la mano al lector para conocer a los grandes hombres (y mujeres) que definieron Japón, con un cierto enfoque novelesco que consigue hacernos olvidar que estamos, de hecho, aprendiendo historia.

Mientras preparaba lo que debía ser el asalto final, Kublai Khan siguió enviando embajadas a los japoneses. Pero Hojo Tokimune, desafiante cual monarca espartano, se dedicó a cortarle la cabeza a cuanto heraldo de la corte mongola ponía el pie en suelo japonés. Una política poco diplomática pero bastante elocuente. El orgulloso país de los samuráis no pensaba hincar la rodilla ante nadie. Ya habían vencido a los mongoles una vez, y estaban seguros de que podían hacerlo de nuevo.

Navegando el pasado

Una característica muy interesante de la obra firmada por R. Ibarzábal es su selectiva atención a los detalles. Sin aburrirnos en pequeñeces que empañen la narración, ‘Crónicas de los samuráis’ nos introduce el contexto y las costumbres de cada época, para después sumergirnos en unos cuantos pasajes históricos de cada gran era japonesa. De esta forma, la lectura se hace muy accesible incluso para profanos en la materia, y se hace especialmente divertida por su apasionada narración. No solo de grandes gestas se hace la historia, sino también de pequeñas anécdotas, de las cuales el autor toma buena cuenta. El libro cuenta con una sección de fotografías y numerosos grabados que ensalzan aún más el resultado.

‘Crónicas de los samuráis’ pasa a formar parte del catálogo de historia japonesa de Satori Ediciones, cada vez más nutrido y variado. La editorial asturiana ofrece un buen número de publicaciones que cubren desde en enfoque más académico, como en ‘Historia de los samuráis‘ hasta el más novelesco, como este ‘Crónica de los samuráis’, incluyendo biografías como la espectacular ‘Taiko‘ o propuestas más específicas como el no menos apasionante ‘Shinsengumi‘. Nunca antes hubo tantas opciones para disfrutar del pasado nipón en nuestra lengua castellana.