El clan Akamatsu está en entredicho. Su papel fue decisivo en la histórica batalla de Sekigahara, pero las tornas han cambiado y cada vez es más difícil sobrevivir en Edo, una selva donde todos los clanes tratan de ganarse el favor del shogun. El fantasma de los Nanjō, entidad sobrenatural que otrora decidiría el futuro de este clan samurái, ha vuelto. ¿Quién será el último de los Akamatsu?
Antes de entrar en materia con la reseña conviene aclarar el contexto de la novela. Fue en 2019 cuando hablábamos en Aki Monogatari de El fantasma de los Nanjô de Sergio Vega, una novela de ficción histórica que publicó Chidori Books. Ahora, cinco años después, ‘El último de los Akamatsu’ es la continuación de la historia, de nuevo situada en el Japón inmediatamente posterior a la victoria del clan Tokugawa, bajo el dominio del tercer shogun Tokugawa Iemitsu. Como es natural, leer la primera novela es muy recomendable para situar a varios personajes y entender mejor el contexto de la historia, aunque para nada es necesario. El trabajo de Sergio Vega en introducir la situación actual es efectivo, y además los nuevos protagonistas también permiten que la historia gane entidad propia.
Como miembro destacado del clan Akamatsu, Tsuyoi tiene el futuro decidido. Será instruido para llevar el clan a la gloria, cuenta con el favor de los altos cargos de la familia y sus ansias de poder son infinitas. Contar con tanto favor también ha empujado al joven Tsuyoi a llevar una vida más distendida de la que se espera de un samurái de renombre, y en consecuencia, su faceta de servidor del shogun se alterna con la de cliente en barrios de placer en Edo. La historia comienza con la caída en desgracia del clan, cuyo líder, el daimio Akamatsu, no tiene fortuna para encontrar descendencia. Su cónyuge no es capaz de concebir, y empieza a crearse un ambiente negativo alrededor del clan.
Las intrigas entre samurái, el turbio ambiente de la capital Edo y la búsqueda desesperada del reconocimiento son las claves de esta novela, que ocasionalmente alterna entre varios protagonistas y goza de un ritmo narrativo estimulante. El toque fantástico a la historia lo aporta el principal protagonista de la anterior entrega, el fantasma de los Nanjô, un ser de ultratumba que todavía se cierne sobre el clan Akamatsu. Se trata de una representación magnífica de las supersticiones de la época, que durante la historia difumina la barrera entre lo real y lo sobrenatural.
Tsuyoi no perdió el tiempo. Colocó la ropa en su lugar y cerró el baúl. En la oscuridad, localizó la tela que había envuelto la máscara y volvió a cubrirla lo más rápido que pudo. Logró ocultarla entre los pliegues de su kimono justo antes de que el desconocido llegara a la altura de la entrada de la habitación y se detuviera. El joven se quedó inmóvil, sin atreverse a respirar. Hasta Tsuyoi no llegaba suficiente luz para ser visible desde el pasillo, pero él sí que podía distinguir la silueta del visitante desde el interior. El otro tampoco se movía. ¿A qué esperaba?
— ¿Eres tú, Tsuyoi? —susurró el desconocido.
Sintió que el mundo se venía abajo. Sorprendido en la habitación de Toshimoto como un vulgar ladrón.
La documentación llevada a cabo por el autor garantiza la inmersión en el Japón de la era Edo. Los gremios de la época, el día a día de los samuráis o de los ciudadanos de a pie, así como los ritos tradicionales japoneses, son elementos omnipresentes en la novela y engrasan de maravilla la lectura. No deja de ser una historia muy fundamentada en ciertos clichés de este tipo de literatura: no falta el guerrero con honor o la mujer experta en el placer que toman papeles relevantes en la trama. Aún con todo, cada uno de los personajes tienen entidad propia y colaboran a otorgar tridimensionalidad a la novela.
Autor: Sergio Vega
Editorial: Chidori Books
Formato: Papel, Digital
Año: 2023