Pensamiento japonés

¿Qué es realmente un samurái?

Cuando en la cultura popular se habla de un samurái habitualmente se viene a hablar de un personaje histórico japonés con katana, empleando así de manera genérica conceptos como «espadachín» o «guerrero» en el contexto histórico feudal japonés para definirlo. Sin embargo, estas definiciones de samurái son frecuentemente erróneas, ambiguas o inexactas, ocasionando un desconocimiento general de cómo fue el estrato social militar en Japón. Pero entonces, ¿qué es un samurái?

Definición estricta de samurái

El kanji para samurái es 侍 (samurai), «el que sirve», procedente de la forma continua del verbo 侍ふ «servir» (saburafu) de la fase temprana del japonés.  Según la fuente que consultemos vamos a encontrar una definición ligeramente distinta para samurái, pero todas remarcan este significado particular de «servir» en el aspecto de dar servicio a un señor, generalmente de tipo militar. Un samurái recibía un estipendio o «salario» mensual de parte de su señor relativo al koku (石), cantidad de arroz equivalente para alimentar a una persona durante un año.

Grabado de Yoshitoshi Minamoto representando a Minamoto Yoritomo, fundador del primer shôgunato

El señor al que se sirve podía ser el Emperador o un noble, especialmente en las etapas más tempranas (siglo XII). Conforme avanza la historia, el poder de la nobleza es desplazado y en su lugar se erige el bakufu o shôgunato y sus vasallos, familias encabezados por un daimyô que le deben el favor. Este sistema es eminentemente militar, lo que implica una ascensión de la clase guerrera al estrato más alto de la pirámide de poder. A menudo se dice que un samurái era aquel a quien se le permitía llevar la espada larga y la espada corta (daisho) al servicio del señor, sin embargo un samurái podía utilizar un rango amplio de armas en función de sus preferencias o su posición.

Es muy conocido el concepto de rônin (浪人), cuyos caracteres significan «vagabundo» o «temerario», vulgarmente definido como «samurái sin señor». Efectivamente, si un samurái perdía a su señor debido a la muerte u otra causa, teóricamente perdía su propósito en la vida. En la práctica, sin embargo, no era extraño que un guerrero encontrara otro señor al que servir de una u otra forma, posiblemente sin quitarse el estigma de rônin.

Rangos de samurái

Como decíamos anteriormente, un samurái era un servidor no necesariamente guerrero, o podría serlo sin que por ello tuviese que demostrar capacidades marciales. Dependiendo de su función, su cercanía al señor, la política del clan y la habilidad, algunos estudiosos de la historia japonesa han elaborado una lista de rangos que más o menos nos permite hacernos a la idea de la amplitud de tareas que un samurái realizaba. De manera muy orientativa, podríamos identificar:

Bajo rango – Asistentes, guardias civiles, mozos de caballería

Medio rango – Guerreros con el permiso para llevar dos espadas, jinetes, consejeros.

Alto rango – Señores, daimyô que controlaban un territorio, familiares del shôgun.

Era extremadamente difícil cambiar entre cada uno de estos rangos, y en este aspecto es merecido mencionar a Toyotomi Hideyoshi, único hombre en la historia japonesa de origen plebeyo capaz de convertirse en samurái por méritos y ascender al alto rango.  No llegó a convertirse en shôgun por decisión personal, en su lugar adquirió el título de kanpaku (regente del Emperador) y después taikô (regente retirado), títulos gracias a los que pudo ejercer un poder de facto absoluto sobre Japón.

Pérdida de poder

Grabado de Utagawa Kunisada. Un samurái levanta a una carpa gigante, ¿por qué no?

Se tiende a creer que el estatus de samurái fue invariable durante la época feudal, cuando no es así. Conforme progresa la era Edo (1603 – 1868), la clase guerrera representa cada vez más porcentaje de la población, y además Japón ya no era un país tan bélico como en siglos anteriores. A causa de ello, los samurái son divididos en rangos aún más pequeños y se crea asimismo una nueva pirámide en el estrato militar, impidiendo a los samuráis de bajo nivel (destinados a tareas de gestión y labores menos agradecidas) alcanzar el estatus de los samuráis de alto nivel, quienes eran los que de verdad tenían contacto con su señor.

El sistema samurái alcanzó un nivel de corrupción y devaluación tal que el título de samurái perdió gran parte de su valor hacia el siglo XIX. Mantener a tal cantidad de guerreros al servicio resultaba muy costoso e improductivo, a la par que innecesario, así que muchos samuráis perdieron poder adquisitivo y tuvieron que mezclarse con otros estratos de la sociedad. En este punto, se habla de la pérdida del honor implícito en la conducta samurái estandarizarse la «compra» del estatus samurái en la familia mediante la adopción de un samurái venido a menos o con necesidades económicas. De esta forma, muchos comerciantes pudieron convertirse en samuráis de manera oficial sin tener que comulgar necesariamente con su código.

Confusiones con el término samurái

En general se interpreta el término samurái como «guerrero medieval japonés», pero la abundante existencia de guerreros que tomaron parte activa en la batalla sin estar al servicio directo de un señor ponen en entredicho esta interpretación. Por ejemplo, los mercenarios, rônin o mujeres guerreras.

Grabado de los 47 rônin, de Utagawa Kunikiyo

A menudo se utiliza la palabra bushi, cuyo kanji es 武士 para designar de manera más o menos equivalente al samurái pero con una connotación más formal. El término incluye dos caracteres que significa «aristocracia guerrera» o «erudito militar», y que generalmente se usa para designar desde otro punto de vista a un miembro del cuerpo militar. En consecuencia, antes del shogunato se podía distinguir entre samurái (sirvientes del emperador y la nobleza) y bushi (militares en general). Esta distinción se fue difuminando posteriormente. Erróneamente se emplea el término «bushidô» (camino del guerrero) para definir el código que los samuráis tenían que seguir, pero la realidad es que el Bushidô es un ensayo posterior a la época samurái (1899) que trata de clasificar y acotar los valores de la élite guerrera.

De la misma forma, se tiende a clasificar a las mujeres guerreras «onna bugeisha» como samuráis. Este es un convencionalismo de la literatura occidental, cuando en realidad no es estrictamente correcto, puesto que las mujeres generalmente no estaban a servicio directo de ningún señor bajo el mismo sistema que los hombres. En su lugar se les destinaba a la defensa de la ciudad de manera pasiva y siempre subordinada a la de los hombres guerreros. Estas circunstancias no impidieron la existencia de mujeres históricamente relevantes e influyentes en la política y el pensamiento japonés.

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Fuentes:

Samurai: An Encyclopedia of Japan’s Cultured Warriors – Constantine Nomikos Vaporis Ph.D.

Secrets of the Samurai: The Martial Arts of Feudal Japan – Oscar Ratti, Adele Westbrook

El libro de los cinco anillos – Miyamoto Musashi

https://en.wiktionary.org/

Jonathan López-Vera (@JonathanLVerapor su aclaración sobre Hideyoshi

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