Madrid se pone otra vez el kimono y el cosplay para traer la cultura japonesa en un gran evento multitudinario. Organizado por la Asociación Cultural Nippon y con colaboración por parte del Ayuntamiento de Madrid, el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo es un punto de interés este fin de semana: es la primera edición del Madrid Otaku.
El recinto
El Pabellón de Cristal ya tiene un largo historial de acogida de eventos de este tipo. Por allí han pasado Salones del Manga, Expomangas y Japan Weekends. La organización, por tanto, habrá querido ir a lo seguro; pese a que los defectos de este recinto también son bien conocidos. Las aglomeraciones siempre han sido un histórico en este tipo de eventos; sin embargo, en Madrid Otaku la visita ha sido bastante accesible y agradable: la asistencia está siendo menor que, por ejemplo, en los pasados Japan Weekend. Había sitio más que de sobra para pasear, sentarse y comer.
No ha corrido tanta suerte en las instalaciones, especialmente en los lugares para las conferencias. Algunos, con muy mala acústica; otros, con escasa luz y ventilación. Pero un grandísimo punto a favor de Madrid Otaku ha sido la disposición de PCs -varias decenas de ellos- en los que los asistentes podían jugar a LoL y Minecraft, entre otros.
Los puestos
Las tiendas no eran muy numerosas pero sí muy variadas y bien distribuidas. Pudimos encontrar manga, anime, videojuegos actuales y retro, ropa y complementos tradicionales japoneses, grabados de caligrafía japonesa hechos a mano, manualidades de todo tipo… sin duda la oferta era amplia para comprar todo aquello relacionado con la cultura japonesa.
Eso sí, a unos precios que -por desgracia, como de costumbre- son muy elevados en general. Tras pagar la entrada -7 o 15 euros con regalo- uno tiene la posibilidad de comer algunas cosas japonesas -takoyaki, hamburguesa de curry- y también algunos dulces a precios prohibitivos. Tampoco merecen los precios en las tiendas de ropa o merchandising, más caros que en tiendas por Internet.
Los eventos
Menos mal que la oferta de conferencias y eventos vale la pena. Hemos podido asistir a charlas sobre diversos temas de la animación y cultura japonesa, torneos de videojuegos, e incluso exhibiciones de artes marciales, caligrafía japonesa, cosplay y aprendizaje de idiomas. Ha quedado mejorar el acondicionamiento del establecimiento, que a veces hacía un poco sufrido disfrutar cómodamente y con buena aclimatación del espectáculo.