Shoji Yoshida, director de la Fundación Japón en Madrid, charla con nosotros sobre la relación entre japoneses, españoles y sus diferencias culturales, las relaciones diplomáticas y mucho más.
Una entrevista por Luis Caldeiro
Aki Monogatari: Desde hace ya tiempo se vive en España un interés inusitado por la cultura japonesa. ¿A qué cree que se debe este fenómeno?
Shoji Yoshida: Desde Occidente, nuestra cultura se ve considerablemente misteriosa y exótica. Pero ello también ocurre en sentido contrario, porque Japón siempre ha admirado todo lo occidental, admiración que aún sigue existiendo por aquello que sentimos que posee Occidente y que nosotros no tenemos. Por tanto, puede decirse que existe una especie de atracción magnética entre ambas partes; un interés y encanto desde ambos extremos de Eurasia. En general pienso que al contactar con algo que es absolutamente distinto, sentimos miedo pero también atracción, lo cual despierta, como es natural, el interés de la gente. Es una faceta muy original que produce cierta sensación de encanto mágico.
A.M.: ¿Cree que este interés por Japón es un hecho pasajero, una moda, o piensa que es algo duradero, que ya se ha asentado en nuestro país?
S.Y.: Cualquier cosa es susceptible de convertirse en una moda, en algo pasajero. Algunos fenómenos tienen este carácter efímero y no tardan en desaparecer de la sociedad, de la mentalidad de la gente. Por el contrario, hay cosas que captan la admiración de forma perdurable, y logran arraigar profundamente en el corazón de las personas y en la sociedad en general.
Un país no se transforma de la noche a la mañana, ya que la cultura transmitida de generación a generación es como el ADN: produce tonos y matices originales, que forman parte de sus ejes vertebrales, de su esencia misma. Aunque sea difícil predecir el alcance del interés por el Japón, una cultura respaldada por una artesanía tan refinada, perfeccionada generación tras generación, tiende a valorarse de forma constante, tanto fuera como dentro del país. Y a medida que aumenta el número de aquellos que aprecian e intentan heredar dicha cultura, la tendencia se hace más fuerte y duradera. Mi opinión es que la cultura japonesa ha arraigado de forma bastante sólida en suelo español, y que ya forma parte de su sociedad actual.
A.M.: ¿Cree que existe en su país un fenómeno similar hacia España o por el contrario cree que no es comparable a lo que se vive aquí?
S.Y.: Creo que sí existe. En la Edad Media sentíamos cierto anhelo y admiración por la cultura ibérica; de hecho, los señores feudales se sintieron atraídos y hechizados por ella, hasta el punto de copiar su moda. En este aspecto, los misioneros jesuitas desempeñaron un papel fundamental, puesto que la influencia del cristianismo y su cultura fue tan grande que sobrevivió más allá de nuestra famosa época de aislamiento nacional. Las huellas de este influjo medieval ibérico acaban de ser nombradas “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO. Huellas tales como las aldeas de cristianos ocultos y sus mártires en el sur del Japón, por ejemplo.
Es interesante constatar que, al igual que ocurrió con la moda española de aquella época, en la actualidad muchos japoneses se sienten atraídos por marcas como Zara o Loewe, disfrutan degustando tapas y paella o practicando flamenco y guitarra española. Por tanto, sí se observa un fenómeno similar en Japón de atracción duradera hacia España. Una encuesta revela que actualmente Japón es el tercer país más popular como destino de luna de miel para los españoles; y de igual manera, España también ocupa el tercer puesto como destino turístico para los recién casados japoneses. Un hecho que no hace más que confirmar esa atracción mutua.
A.M.: ¿Cómo describiría el momento actual que viven las relaciones bilaterales entre España y Japón? ¿Cómo ve el futuro de estas relaciones?
S.Y.: Tenemos muchos puntos en común. Y siempre se constata una relación muy amistosa. Por ejemplo, ambas naciones poseen una monarquía como símbolo del país. La institución monárquica desempeña un papel fundamental para representarnos, y compartimos su mismo valor y prestigio. Ello une a ambos pueblos de manera estrecha, y contribuye a rendirse mutuo homenaje durante las visitas. También se observa un creciente intercambio en el ámbito comercial y del turismo. Sin ir más lejos, Iberia inauguró en 2017 un vuelo directo que une Madrid con Tokio, y desde este año dicho vuelo se convirtió en servicio diario.
Es seguro que esta tendencia va a continuar e incluso a crecer de forma significativa, lo cual favorecerá sin duda las relaciones bilaterales de manera muy positiva.
A.M.: ¿Qué es la Fundación Japón?
S.Y.: Somos una organización que se dedica al intercambio cultural entre Japón y el resto de países del mundo. Y dada nuestra misión, ponemos mucho empeño en introducir al pueblo español en la cultura y las artes japonesas, tanto tradicionales como vanguardistas. También realizamos numerosas actividades para fomentar la enseñanza del idioma japonés. Y nuestro compromiso es no escatimar esfuerzos en dar a conocer mejor nuestro país en España. Finalmente, con el fin de ampliar nuestra red de amigos en el mundo, nos esforzamos en contribuir al entendimiento mutuo y en propiciar la paz y armonía en la comunidad internacional.
A.M.: ¿Cuál cree que es el papel que juega actualmente la Fundación en las relacionesentre ambos países?
S.Y.: Intentamos servir de vínculo entre nuestros dos países mediante la presentación al pueblo español de diversas facetas del Japón. En cierto sentido funcionamos como catalizador o puente entre culturas, por lo cual nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad como buque insignia de la cultura y el idioma japoneses.
Nuestra sede en Madrid abrió sus puertas en 2010, y a partir de entonces intentamos estrechar los lazos de amistad entre España y Japón, así como dar a conocer nuestro país y su sociedad, llevando a cabo un amplio abanico de proyectos. Proyectos que sin nuestros esfuerzos serían sumamente difíciles de encontrar, apreciar o disfrutar. A propósito…
A.M.: Sí, digame.
S.Y.: Japón se conoce como “el país del sol naciente”, y España, durante una época, fue llamada “el Imperio donde nunca se pone el sol”. Pues bien: es nuestro deseo que nuestra institución “del sol naciente” contribuya a hacer nuevamente de España el país “donde nunca se pone el sol”, convirtiéndonos así en el sol que ilumine nuestros caminos hacia un futuro brillante.
A.M.: ¿Cuál son las líneas maestras que guían la acción de la Fundación Japón?
S.Y.: Se puede clasificar en tres ejes principales: Uno es la presentación de la cultura y las artes japonesas. Porque es a través de ellas que queremos transmitir al mundo el corazón y la mentalidad del Japón, así como dar la oportunidad de relacionarse con nuestro país más allá de la barrera del idioma. Otro es la promoción, activación y fortalecimiento de los estudios japoneses. Este es un factor que nunca debemos descuidar, tanto a la hora de dar a conocer mejor nuestro país como de alcanzar lo esencial del carácter intrínseco de nuestra cultura. Y el tercer eje es la difusión y enseñanza del idioma nipón. Porque para conocer de verdad una sociedad y su gente, lo primero que debemos procurar es conocer su lengua. Esto es imprescindible para entender a fondo la cultura y la mentalidad de quienes la hablan.
Estos son, pues, los tres ejes que constituyen las líneas principales de acción en todos los proyectos que abordamos.
A.M.: Háblenos de los objetivos a corto y largo plazo de la institución que preside.
S.Y.: Lo primero que intentamos es ayudar a conocer y entender aspectos variados de la cultura japonesa, así como despertar el interés y la curiosidad por ella. Por lo menos pretendemos guiarles al principio, abriéndoles la puerta al mundo de nuestra cultura. Para ello, preparamos materiales diversos y proporcionamos oportunidades para que puedan ‘probar’ y ‘saborear’ la cultura nipona.
Queremos que absorban cuanto sea posible acerca de nuestro país. Luego, a más largo plazo, intentamos adentrarnos en la quintaesencia de la cultura japonesa, resolviendo los misterios y enigmas que de seguro deben de haber encontrado tras tomar contacto con ella.
Por medio de este proceso, pretendemos ayudarles a encontrar la llave que les permita entender nuestra mentalidad, espiritualidad, modo de pensar y filosofía, es decir, todo aquello que envuelve los aspectos de nuestra cultura que han visto y experimentado. El objetivo final es guiarles hacia la comprensión profunda de nuestra cultura.
A.M.: Somos pueblos muy diferentes. Casi antagónicos, podría decirse. ¿Esto es un handicap o por el contrario, algo que favorece la curiosidad por el otro y las ganas de entenderse con él?
S.Y.: Creo que precisamente el hecho de ser totalmente diferentes es lo que ha contribuido a crear el interés mutuo que existe hoy entre España y Japón. Se podría decir que nos entendemos mucho mejor a pesar de la diferencia, o mejor dicho, gracias a ella. Además, cuanto más grande es la diferencia, tanto más sencillo resulta conquistarla. Es paradójico, sí, pero pienso que somos más propensos a la incomprensión si hay más similitudes que diferencias, ya que a veces bajo esas semejanzas se ocultan ciertas diferencias importantes.
A.M.: Por último, imagine que soy un español que apenas sabe nada de Japón, que lo considera un lugar remoto y desconocido. ¿Cómo intentaría seducirme para que me acercara a ese país y me interesara por su cultura y su gastronomía?
S.Y.: Bueno… sería interesante encontrar algo que fuese bastante parecido, un territorio que compartieran ambas culturas, para luego invitarle a probar lo distinto, de modo paulatino. Por ejemplo, en el ámbito de la Gastronomía tenemos en común el gusto por el arroz y el pescado, así que intentaría presentarle tales platos y dejarle saborear la diferencia. Yo no soy una persona atrevida gastronómicamente hablando, así que evitaría empezar ofreciéndole algo muy impactante. De igual manera, podría comenzar mostrándole algún aspecto japonés que tenga influencia española, para que nos sintiera como una realidad más cercana. Por ejemplo, sería interesante presentarle la cultura medieval japonesa, donde se ve claramente la influencia jesuita en nuestra cultura, de modo que la identificara como algo suyo. Sobre esta base, le mostraría el dinamismo de la cultura de mi país, que se desarrolló absorbiendo y asimilando numerosos componentes foráneos, para luego evolucionar a su modo hasta conformar la cultura japonesa tal como la conocemos hoy en día.
EL PERFIL
Este hombre delgado, de aspecto afable, dirige desde 2015 los destinos de la sede madrileña de la Fundación Japón, institución que desde su creación en 1972 promueve “el intercambio cultural internacional y el entendimiento mutuo” entre el país del sol naciente y el resto del mundo, según reza la presentación que puede encontrarse en su página web www.fundacionjapon.es). Shoji Yoshida ocupa su despacho en la segunda planta del imponente Palacio de Cañete (calle Mayor, 69), uno de los más bellos y antiguos edificios históricos de Madrid, que es sede de la Fundación. Desde allí, nos confiesa que trabaja activamente “para fomentar el intercambio cultural y artístico” entre su país y España y Portugal, así como para promover los estudios sobre Japón y la enseñanza de la lengua nipona. A este último ámbito, la promoción del idioma japonés en el extranjero, es al que ha dedicado especialmente sus esfuerzos, bien sea desde la sede de Los Angeles o la central de Tokio, bien sea desde el Instituto de la Lengua Japonesa en Urawa. Una inclinación que no le ha impedido ocupar puestos de un perfil muy distinto (fue Jefe de la División de Auditoría) o que su carrera tuviera un inicio eminentemente técnico: Cursó estudios en la Facultad de Comercio de Doshisha, para luego trabajar en la empresa de importación Toyo Menka Kaisha, Ltd. En 1989 se incorporó a la Fundación Japón. |
*Luis Caldeiro (luis.caldeiro@periodistes.org) es periodista y dibujante. Es colaborador habitual del semanario político El Triangle y redactor desde hace dos décadas de la revista La Veu del Carrer, perteneciente la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). También ha colaborado con el diario catalán AVUI y con las revistas digitales SumaSalut, de la Mutua L’Aliança y esadealumni.net (red de antiguos alumnos de ESADE).