El espíritu japonés en las pequeñas cosas

Son muchos los elementos característicos de la cultura japonesa, y muchos de ellos provienen de una concepción minimalista del mundo. Para un observador occidental, apreciar algunos símbolos de una tradición que lleva tantos siglos de permanencia resulta verdaderamente exótico. Pero la contemplación puede ir un paso más allá y llegar a ser disfrutada como algo más allá que lo simplemente foráneo.

Esta lista podría ser interminable, y cada uno de estos elementos tienen un trasfondo muy complejo y extenso. Nacen de una sensibilidad por lo visual y una valoración del sosiego, muy en relación con la espiritualidad zen. Estas son algunas de las pequeñas cosas que los japoneses han cultivado o practican como parte de su identidad cultural, rica y llena de matices.

El momiji

momiji

El momiji (紅葉) es un concepto que no tenemos en occidente. Significa algo así como la “contemplación de las hojas de otoño”, es decir, la apreciación del cambio de color de los árboles ante la llegada de la estación otoñal. Los bosques y parques japoneses tienen una riqueza visual excepcional, más conocida por las rosas flores de cerezo (sakura), pero que en muchas ocasiones alcanzan su máximo esplendor en el otoño.

En Japón las hojas caídas de colores anaranjados vivos no son vistas como un “estorbo”, al contrario: son un manto de color que cubre los caminos y los hace bellos. Y por eso las estampas otoñales del país del sol naciente son tan espectaculares. Se lleva cosechando esta costumbre con varias tradiciones locales y regionales muy antiguas, cultivando preciosas arboledas que crean un ambiente de pura naturaleza, que transmiten la fugacidad del tiempo y celebran la belleza de la naturaleza.

La tetera japonesa, kyusu

kyusu

Puede que a primera vista la tetera japonesa (急須) no parezca realmente algo especial en comparación con la tetera china, con el asa superior, que se utiliza casi exclusivamente en occidente. Pero cuando uno acostumbra a consumir té como una forma de relajación y de ritual, percibe que hay algo en este instrumento que lo hace diferente.

El kyusu permite servir el té de manera más práctica, eso sin ninguna duda. Mediante un movimiento más sencillo y de manera más ergonómica, verter la infusión resulta más satisfactorio. Pero de alguna manera, el ritual de servir la bebida mediante este mecanismo -de cortesía y buen hacer, que alcanza su máxima expresión en la ceremonia del té- propicia el sosiego, crea un ambiente de calma implícito; que es difícil de ver.

El haiku

ukiyoe-primavera

La poesía japonesa está teniendo un boom en occidente gracias, en gran medida, al haiku (俳句). La definición técnica de haiku es un poema corto de 7-5-7 sílabas, tratándose de uno de los esquemas poéticos más cortos que existen. Con esa corta extensión, sin embargo, consigue adquirir significados increíblemente hermosos y atemporales. Su objetivo principal es el canto a la naturaleza, de la que el poeta suele ser un mero espectador. Entender algunos haikus no siempre es fácil, puesto que se fundamentan en simbolismos muy arraigados a la cultura milenaria japonesa.

Pasó el ayer,
pasó también el hoy:
se va la primavera.

 

El baño

onsen

El baño como elemento básico de la vida diaria no es algo tan exclusivo de los japoneses. Los griegos y sobre todo los romanos ya establecieron el baño como una manera de alejarse momentáneamente del ajetreo mundano; asimismo se crearon lugares públicos, las termas, en las que compartir este momento de higiene como una forma de ocio en sociedad.

En Japón el significado del baño es aún más trascendental. Las casas japonesas suelen estar diseñadas de una manera distinta, siendo todo el cuarto de baño zona en la que ducharse, y reservando una honda bañera en la que pueden sumergirse varias personas de la familia, no sin antes haberse duchado y enjabonado previamente entre sí. El baño se puede tomar todos los días al anochecer -con el gasto de agua que conlleva- y se percibe como un ritual familiar similar al de compartir el momento de la comida. Por supuesto, también hay baños públicos (sento) y baños termales de agua natural (onsen). Estos últimos son un destino vacacional habitual.