Lafcadio Hearn fue uno de los primeros occidentales que se dejó encandilar por el encanto de la cultura japonesa, y hizo de ella su modo de vida. Vivió en Japón, lo estudió a fondo y lo documentó, haciendo llegar a nuestros días una serie de historias de enorme valor histórico.
El romance de la Vía Láctea (The Romance of the Milky Way and other studies and stories)
Autor: Lafcadio Hearn
Editorial: Chidori Books
Traducción: Margarita Adobes
Ilustración: Javier Bolado
Formatos: Papel, Electrónico
Año: 1905, 2015 (ES)
Lafcadio Hearn (1850-1904) nació en Grecia, y vivió en varios rincones de occidente -entre los que se incluyen Irlanda, Inglaterra, Francia y EEUU; cosechando lentamente su vocación por la escritura. Para ello tuvo que pasar por varios empleos, como periodista, traductor y novelista. Y en una inquitetud e incomodidad vital que parecía no tener fin, llegó a Japón en 1890, ya con 40 años. Fue allí donde encontraría su hogar: encajó en la mentalidad oriental y se inspiró en ella para darle un toque inconfundible a su obra.
‘El romance de la Vía Láctea’ es su obra póstuma, en la cual hay 7 historias independientes, que fueron recopiladas de diversas revistas y manuscritos. Esta colección, preservada desde 1905 en contenido hasta hoy, es un buen retrato de la vida y obra de Lafcadio Hearn, en donde el autor demuestra sus habilidades con la prosa y su pasión por el espiritismo japonés, entre otros temas.
La primera de las historias es la que da título al libro, El romance de la Vía Láctea. Como algunos lectores habrán intuido ya, trata sobre el mito de Tanataba: la historia de amor entre Orihime, la hija del dios del firmamento, y el humilde campesino Hikoboshi. Hearn explica en detalle el origen histórico del mito y cuenta toda una serie de anécdotas sobre cómo se celebra la festividad del Tanabata en Japón, que resulta ser de una riqueza cultural impresionante. Por último, recopila un gran número de tanka (poemas) que cantan el mito, cuyo recital es una de las características más llamativas de la festividad.
Mientras espero a mi señor en la brumosa orilla del Río del Cielo, las faldas de mi túnica, de alguna manera, se han humedecido.
El segundo relato se titula Poesía de espíritus. Hearn vuelve a hacer un ejercicio de recopilación, documentación y traducción sobre un tema verdaderamente identificativo sobre la cultura japonesa: los espíritus. Habla sobre varios seres espectrales entre los que se encuentran el kitsune-bi, espíritu de zorro que se transforma en mujer para manipular y engañar al hombre; el rokuro-kubi identificado habitualmente con el monstruo terrorífico de cuello largo; y el yuki-onna, la Mujer de la Nieve cuyo abrazo supone la muerte.
Últimas preguntas es un ensayo que añade un toque de filosofía a la colección. Encontramos aquí al Hearn más existencialista y científico, formulando preguntas sobre el universo -que en aquella época se creía formado por éter– y tomando como referencia la obra del pensador positivista Herbert Spencer.
A continuación encontramos dos relatos de naturaleza similar. La joven del espejo y La historia de Ito Norisuke son dos historias de espíritus japoneses reflejadas en las antiguas supersticiones con origen en la derrota de la familia Taira a manos de los Minamoto en las Guerras Gempei (1880-1885). De extensión corta, muy bien narrados, parecen escritos por un japonés; desde luego la habilidad de Hearn para interorizar la cultura japonesa queda aquí demostrada.
Más extraño que la ficción es otro relato, en este caso de temática colonialista. En él nos cuenta una historia de la esclavitud negra en la que destaca la moral y religión.
La historia que cierra el recopilatorio, Carta desde Japón, de nuevo trata de documentar el Japón, pero ahora en una perspectiva más contemporánea. Trata sobre la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) cuyo impacto en la sociedad japonesa pudo contemplar Hearn con el ojo crítico que le caracteriza. Los comentarios y observaciones sobre cómo se vivió en Japón la guerra son verdaderamente interesantes; toda una serie de costumbres y modas muy exóticas para el occidental.
Algunas muestras del impulso artístico, inspiradas por la guerra, han seguido direcciones completamente ajenas a la tradición occidental, por ejemplo, en la manufractura de adornos femeninos para el cabello y telas para los vestidos. En efecto, los productos de vestuario decorados con dibujos bélicos se han puesto de moda, especialmente las sedas de crepé para la ropa interior y los forros de seda estampados para mantos y mangas. Aún más llamativas son las nuevas horquillas para el cabello (…). Las nuevas horquillas podrían llamarse conmemorativas: unas, cuya decoración representa una bandera británica y una japonesa entrecruzadas, celebran la alianza anglo-japonesa; otras representan la gorra y la espada de un oficial; y la mejor de todas se corona con la miniatura en metal de un acorazado.
La edición de Chidori Books, que ha tratado de respetar al máximo la obra original, incluye una serie de ilustraciones a página completa de Javier Bolado que complementan con gusto el contenido. Desde Tanabata, hasta los oficiales de guerra japoneses, pasando por muchos dibujos de espíritus, el trabajo visual redondea el formato del libro. Un formato que respeta y homenajea una gran obra con mucho contenido fascinante sobre Japón.
2 ideas sobre “‘El romance de la Vía Láctea’ de Lafcadio Hearn: Espiritismo japonés”
Me patese muy interesante. Estas historias poeticas no las conocía, gracias por el reportaje.