Nunca en la historia Japón se vio tan desangrado como en el periodo Sengoku. Miles de grandes escaramuzas y pequeños combates dieron paso a la nación unificada que conocemos hoy en día, una era decisiva con la que muchos apasionados de lo bélico y lo marcial han derrochado tinta, con fines históricos o ficticios. Pero entonces llega Tanizaki, le da la vuelta a la tortilla y nos plantea: ¿y qué pasa con aquellos que tuvieron que lidiar de primera mano con los estragos de la guerra?
Ficha de la obra
La historia de un ciego (盲目物語)
Autor: Junichiro Tanizaki
Traducción: Aiga Sakamoto
Editorial: Satori
Formatos: Papel
Año: 1931 (JP), 2016 (ES)
Reseña
Oda Nobunaga está en lo más alto de la pirámide de poder; y cada vez son más sus aliados, pero también sus enemigos. Pero la trama se centra en la hermana de Nobunaga: la dama Oichi. De una belleza y sensibilidad inenarrables, Oichi presencia el auge y caída de varios clanes entre los que ha crecido y madurado. Su familia de nacimiento, el clan Nobunaga, y la familia de su esposo, el clan Nagamasa, han entrado en guerra. Mientras tanto, un humilde servidor ciego de la dama Oichi acompaña y sirve con determinación los deseos de su señora.
¡Pensándolo ahora, es el señor Nagamasa quien me da más lástima! Habiendo tenido a su alcance la capacidad de unir bajo su poder todo el Japón en lugar del señor Nobunaga, acortó su propia vida por haber obedecido las órdenes de su padre. Si inlcuso nosotros no podemos negar que nos sentimos muy irritados al pensar en ello y aún no lo hemos asumido, ¡¿cuáles debían de ser entonces los sentimientos de mi señora!?
Concebido como una novela corta, Tanizaki hace un esfuerzo de documentación histórica y análisis de los personajes célebres de la guerra de unificación de Japón (1467-1568). En la novela, el ciego sirviente de la dama Oichi es el narrador de un profundo drama histórico en el que, pese a lo que pueda parecer, las protagonistas son las mujeres, las damas y cortesanas que, detrás del telón de la guerra y el poder, sufren las imposiciones y desvaríos de los hombres que les dominan.
El narrador es un hombre del deber, con una sensibilidad distinta, casi femenina. Su manera de entender los sentimientos de su señora ha despertado en él una dedicación intachable hacia su servidumbre; pero su cometido es el de relatar lo que sucede alrededor de la dama Oichi. Él también es el narrador de la Historia (con mayúscula). De hecho, ‘La historia de un ciego’ es también una crónica de los sucesos del periodo Sengoku. El nivel de detalle histórico que Tanizaki llega a imprimir en la novela es considerable; por ello, la edición de Satori viene convenientemente acompañada por un árbol genealógico, un mapa de las regiones de Japón así como por supuesto un glosario. Estos apéndices permiten al lector entender con mayor facilidad cada uno de los movimientos de cada clan según avanza la trama.
Las eventualidades a las que la dama Oichi y sus tres hijas tienen que enfrentarse ponen de relieve cómo funcionaba un Japón que, no sólo era muy belicista, sino también con unas normas sociales férreas: características que acompañan a esta sociedad hasta la fecha de hoy. Como tantos otros autores de su época, Tanizaki enfrenta dos elementos clave: esta norma social y la aspiración individual.
Conclusiones
Tanizaki cocina a fuego lento un drama palaciego agrio, que evoluciona lentamente y conduce a un final verdaderamente conmovedor. Es cierto que en ocasiones profundiza mucho en los sucesos históricos -de veracidad comprobada- haciendo perder ritmo a la trama de sus personajes centrales. Pero, al mismo tiempo, los conflictos entre ellos quedan conectados con la realidad histórica de manera muy convincente: Tanizaki demuestra su gran capacidad para meterse en la mente de la aristocracia del siglo XVI y construir así un relato sólido y literariamente muy interesante.