Pensamiento japonés

Viajes por Manchuria y Mongolia: una incursión en el continente a lomos de locomotor

Adentrarnos en las recónditas tierras de Manchuria y Mongolia con la poeta Akiko Yosano como cicerone, todo un lujo al alcance de la mano gracias a La Línea del Horizonte, que nos trae Viajes por Manchuria y Mongolia, un extraordinario diario de viaje.

La autora

Akiko Yosano nació con el nombre de Shō Hō en 1878 en Sakai (Osaka), en el seno de una familia de comerciantes acomodada. Pronto, Yosano se sintió interesada por la literatura clásica japonesa y ya adolescente publicó su primer poema en la revista Bungei Kurabu (Club Literario).  Poco después colaboraría con la revista Myōjō (Estrella Brillante), de la que era editor el que se convertiría en su marido, el también poeta Tekkan Yosano, con quien se casó en 1901, año en que vería la luz su primer volumen de poemas, Midaregami (Cabello revuelto), canto de amor a su marido que resultó revolucionario por la pasión que desprendían sus versos.

En 1912 viajó a París para reunirse con su esposo, convaleciente. La poeta vivió en Francia y visitó otros países europeos, circunstancia que influyó en su toma de conciencia de la situación de la mujer japonesa en su época. Este compromiso social con el feminismo se vio materializado en sus colaboraciones con la primera revista feminista de Japón, Seitō (Bluestocking, Medias Azules) y la creación en 1921, junto a su marido, de la escuela gratuita Bunka Gakuin, de la que fue docente y directora. El fallecimiento de Akiko Yosano sobrevino en 1942 por un derrame cerebral, quedando en la memoria colectiva su recuerdo como feminista comprometida, consumada poeta y prolífica autora, entre cuyas obras también destaca la adaptación al japonés moderno del clásico Genji monogatari.

El contexto

Akiko Yosano no fue la única escritora de su tiempo en visitar la China continental, sino que siguió la estela de otras plumas japonesas de renombre, como Natsume Sōseki, Ryûnosuke Akitagawa o Junichirō Tanizaki. Al igual que en el caso de Sōseki, el viaje de Yosano fue patrocinado por la Compañía del Ferrocarril del Sur de Manchuria, también conocida como Mantetsu, como método promocional de sus líneas por el continente. La línea principal del Ferrocarril del Sur de Manchuria había sido, en realidad, construida por Rusia entre 1898 y 1903, pero pasó a manos niponas en 1906 como parte de los acuerdos del Tratado de Portsmouth (1905), que selló el fin de la guerra ruso-japonesa (1904-1905). El Ferrocarril del Sur de Manchuria fue crucial en el acceso a recursos estratégicos por parte de Japón, que alentó el asentamiento de colonos y la proliferación de instituciones públicas, almacenes y hospedajes a lo largo de su ruta, lo que no fue óbice, como quedará reflejado en el relato de Yosano, para que un creciente sentimiento antijaponés fuera instaurándose en la zona, que en unos años quedaría engullida por el imperialismo japonés y transformada en el estado títere de Manchukuo.

La obra

Justo cuanto Akiko Yosano se encontraba en la cima de su carrera literaria, ella y su marido fueron invitados por la Compañía del Ferrocarril del Sur de Manchuria para visitar estas tierras en un viaje al que partirían en la primavera de 1928, tras una amplia campaña publicitaria y precisamente en un momento, como apuntábamos líneas arriba, en que las fricciones entre China y Japón crecían ante el avance del expansionismo nipón. Estas circunstancias quedarían reflejadas no solo en las vivencias registradas en su diario de viaje, sino también en la ruta seguida, pues le resultó imposible a la pareja visitar Pekín, dada la peligrosidad imperante. Así pues, el itinerario del viaje quedaría limitado a las tierras más septentrionales: Manchuria y Mongolia.

Las flores, como el algodón o el moflete mullido de un bebé, se movían de manera ligera y silenciosa con la suave brisa. No, no eran flores, sino la sustancia parecida al algodón que brota de las flores. Si la fuerza del viento hubiera aumentado tan solo un poco, se habrían arremolinado en el cielo y habrían volado hacia algún lugar lejano, quién sabe dónde.

En su relato, en el que también intercala algunos fragmentos y poemas compuestos por su marido, Akiko Yosano hace gala de un estilo sutil y delicado, en el que abundan las descripciones del paisaje y el entorno, ya sean las excelencias de la naturaleza, las bulliciosas ciudades o los cultivos e industrias del área por donde transitan. No obstante, los viajeros no solo visitan templos en las montañas, aguas termales o famosos monumentos, pues sorprende encontrar entre las paradas del periplo, por ejemplo, una prisión y un fumadero de opio.

Asimismo, la autora se muestra prolífica en especificar los nombres individualizados de las personas con las que se encuentran a medida que avanzan en su viaje. Asombra, en cierta medida, que en su inmensa mayoría y salvo contadas excepciones, se trate siempre de japoneses residentes en el continente, sobre todo personal relacionado con el Mantetsu o con las legaciones diplomáticas destinadas allí.

Desde la ventanilla pudimos ver el paisaje de la naturaleza en forma de tinta china, mientras la corriente —río arriba— y los pinos de ambas orillas cambiaban de forma entre las nubes.

Intercaladas entre las bellas descripciones del entorno y ligadas a anécdotas o vocablos chinos, Yosano se explaya en mostrar su conocimiento de la cultura china, al hacer referencia a sus clásicos, explicar expresiones o palabras del idioma chino, o parangonarlos con las equivalentes japonesas, práctica referencial habitual en la literatura nipona.

Así pues, podemos concluir que, pese al escaso contacto con los lugareños que mantuvo su autora, Viajes por Manchuria y Mongolia resulta una lectura sumamente interesante para adentrarnos en unas latitudes que normalmente han quedado relegadas a un segundo plano, para ser testigos de las tensiones sociales del momento, para descubrir enigmáticos rincones, quedar sobrecogidos por la belleza de su naturaleza y transportarnos a una tierra remota que, aún hoy, mantiene el encanto de lo incógnito.

 

 

 

Viajes por Manchuria y Mongolia

Autora: Akiko Yosano

Traductora: Nora Sales

Editorial: La Línea del Horizonte

Año: 2021

Formato: papel

 

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