Pensamiento japonés

‘Fraction’: sexo, vísceras y noir (+18)

misterio

Shintaro Kago podría definirse como un cruce entre el ero-guro y la vanguardia narrativa del cómic. Su estilo sangriento, sexual y casi siempre grotesco son marcas inconfundibles que se fusionan con el género negro en ‘Fraction’.

fraction2‘Fraction’, como todos los mangas (los pocos que hay editados en castellano) de Kago no es para todos los públicos. El tomo, de 200 páginas y publicado por EDT, incluye la historia homónima, más larga de lo habitual en el mangaka, y tres historias cortas más. Tanto si es la primera obra del autor que lees como si no, la capacidad de sorpresa está garantizada.

Kago nos introduce en una historia típica de novela noir en la que hay un asesino en serie que tiene aterrorizado a un barrio de la ciudad de Tokyo. Este planteamiento tarda poco en dar la vuelta y volverse una locura de proporciones exageradas; el protagonista, que trabaja en una cafetería, va descubriendo poco a poco que hay algo que no cuadra en esta historia; los personajes nunca son lo que parecen ser; ni las muertes terminan siempre con alguien muerto; todo se va enrareciendo y creando un suspense y un morbo muy bien elaborados.

fraction1Por si esto fuera poco, la historia se va intercalando con capítulos en los que el protagonista es ¡el propio Shintaro Kago! siendo espectador de lo que ocurre en el caso policial, y buscando inspiración para su próxima obra. En estos capítulos, a priori fuera de la ficción, Kago nos da clases magistrales de narrativa en cómic a través de su propio personaje, en un formato que recuerda un poco al manga Bakuman. Pero pronto todo esto va mucho más allá que ser una simple demostración de conocimiento del manga… Reservamos cualquier sorpresa para no estropearte ni el más mínimo giro del guión.

Por supuesto, el ero-guro no falta en este tomo. Tanto ‘Fraction’ como las historias cortas giran en torno a las mutilaciones y el sexo, la sangre y los órganos por los suelos. Se fusiona perfectamente con la historia y la narrativa, como de costumbre -nada de sangre y sexo gratuitos- creando una trama original y diferente. La calidad del dibujo es algo irregular -hay poco bueno, poco malo, y mucho mediocre- pero por suerte el resto de elementos lo compensan.

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