Chrono Trigger es una obra extraña y al mismo tiempo, familiar. Con 23 años de vida y tratándose de un género que en la actualidad pasa por una situación convulsa, aún hoy en día es un ejemplo de cómo hacer las cosas bien para que perduren más allá de su etapa vital. Es una genialidad que se vive con el mando en las manos, una joya de una época en la que el credo actual «más significa mejor» no aplica.
Una trama llamativa desde el minuto uno
Nos levantamos en la cama por la mañana y acudimos a la feria de nuestra ciudad en la piel de Crono. Algo inexplicable ocurre y de repente viajamos al pasado, ¿qué más necesitamos? La simplicidad de Chrono Trigger es aplastante, y es capaz de atraparnos desde el principio. La trama, lejos de volverse previsible, se enreda cada vez más, añade saltos temporales, personajes y situaciones interesantes. Sí, es posible que no de pie a conversaciones demasiado profundas, pero curiosamente, tampoco las necesita para funcionar.
Hay algo en la ingenuidad de sus personajes que resulta ejemplar. Ninguno de ellos pretende ser un héroe de épica ni un misionero de una causa mayor. Es el caso de Frog, un personaje con un arco perfecto: el caballero rana, un hombre cuya decadencia y amargura vital apenas le empujan a apuntarse a este viaje temporal para redimir un tortuoso recuerdo. Sin embargo, sentimos que Frog es un caballero de brillante armadura carismático, aunque ni es atractivo, ni destila determinación.
Lo cierto es que los diálogos de Chrono Trigger no son brillantes -sirvan de ejemplo los NPCs que encontramos al principio del primer viaje, cuyo texto reza:
¿Una feria? Estamos en el año 600 y el 21º Rey de Guardia gobierna.
…pero tienen chispas de genialidad. Entre salto y salto temporal podíamos visitar una especie de «lugar interdimensional» en el cual no hay nada, es un vacío de existencia llamado el Final del tiempo. Nada más llegar, un extraño anciano nos comunica que uno de nuestros compañeros de equipo debe quedarse allí puesto que, debido a unas leyes físicas, no pueden atravesar el portal de salida más de tres personas. Y entonces se nos da a elegir:
Robo: Uno de nosotros debe quedarse.
Lucca: ¿Quién será, Crono?
¿quién debe permanecer en ese limbo? ¿quién debe aguantar el indefinido paso del tiempo mientras nosotros continuamos la aventura?
El combate por turnos: una fórmula controvertida
Se suele poner siempre como paradigma del RPG japonés a la serie Final Fantasy. Es verdad que la serie originaria de Squaresoft sentó un gran precedente. El modelo de los Final Fantasy a través del cual se cuenta una historia intercalada con batallas por turnos y un sistema de leveo ha sido un éxito, pero en muchos casos se ha entendido mal, y los grandes exponentes como Dragon Quest, Tales of, Pokémon (e incluso los propios FF) adolecen de desequilibrar esta balanza en algunos puntos.
El combate aleatorio paradigmático de muchos de estos juegos ha sido siempre una lacra jugable. Entrar en la zona de enemigos y ser interrumpido constantemente por el grupo de enemigos de turno mientras exploras la mazmorra no solo es una pésima decisión de diseño, sino que además se ha empleado hasta el extremo como mecanismo principal para establecer la dificultad del juego. Más énfasis en los combates significa más tiempo de juego dedicado a derrotar a los mismos enemigos una y otra vez, a repetir las mismas estrategias sin novedad y en definitiva, a restar relevancia a otros elementos como la trama, la exploración o una narrativa más elaborada.
Resulta que Chrono Trigger ya había estudidado estas variables y mantiene un equilibrio excelente. ¿Resulta sorprendente que, aun sin serlo, cada combate parece único respecto a los demás? Esta sensación, todavía inexistente en muchos RPG de la actualidad, ya la teníamos en 1995. Y para conseguirlo solo hicieron falta pequeños detalles, como colocar a los enemigos en el escenario fuera del combate -y por tanto, permitiendo al jugador tomar la decisión de enfrentarse a ellos o no- o ya durante el combate, hacer que las animaciones sean orgánicas, con los combatientes moviéndose por toda la pantalla de manera autónoma. Además, existen los ataques combinados entre personajes, una posibilidad que no apareció de manera general en los RPG hasta muchos años después. Todo un portento, señores.
Un imaginario irrepetible
No solo la variedad de épocas y entornos -desde la Edad de piedra hasta el futuro postapocalíptico, incluyendo un pasado místico alternativo- convierten a Chrono Trigger en un juego auténtico. El trabajo artístico de Akira Toriyama, creador de Dragon Ball, fue definitivo para rematar la faena. Aunque la serie Dragon Quest también cuenta con dibujos del famoso mangaka, el trabajo realizado en Chrono Trigger es único en su trayectoria al incluir elementos de todo tipo: steampunk, cyberpunk, fantasía épica…
Cuando empezamos a jugar, es difícil asimilar que ha pasado tanto tiempo desde que el juego apareció en Super Nintendo. No existen mecánicas jugables extrañas ni antiguas, visualmente resulta muy familiar y la curva de dificultad es similar a la que podemos encontrar hoy en día. En muchos aspectos, podríamos decir que Chrono Trigger fue un adelantado a su tiempo, puesto que supo utilizar todos los elementos de los que dispuso para no envejecer -y todo ello con una aventura de alrededor de 20 horas de juego, durante las cuales cuesta encontrar episodios que sobren o resulten cansinos, algo muy habitual en los RPG japoneses que insisten en introducir cantidad sobre calidad.
Con el reciente lanzamiento de Chrono Trigger en PC y a pesar de que los arreglos introducidos pueden no ser del agrado de todos, sirve como un reconocimiento para la importancia que el juego tiene en la industria. Nunca es tarde para jugar Chrono Trigger o, si ya lo jugaste, volverlo a visitar. Seguro que hay muchas cosas que no recuerdas, como su maravillosa banda sonora o la agilidad de su gameplay. ¡A disfrutarlo!
