El Henn-na Hotel, en la prefectura de Nagasaki, nace como un establecimiento con la máxima autonomía posible. Eso incluye la atención al cliente, que la realizan robots así como varias gestiones, que también quedan en manos de la tecnología.
Su eslógan es «lo último en eficiencia» y lo cumple de varias maneras. El check-in se realiza interactuando totalmente con un robot, a veces de aspecto humano, otras de aspecto robótico, e incluso ¡con forma de velocirraptor!
El velocirraptor o la mujer robot se encargan de gestionar nuestra reserva y de darnos las instrucciones necesarias para llegar hasta nuestra habitación, cuyo mecanismo de cierre es el reconocimiento facial.
Tampoco tendrás que preocuparte de llevar las maletas: un robot con ruedas lo hará por ti, subiendo en ascensor y colocándolas en tu habitación.
Pero puede que sólo quieras estar de paso en el hotel y guardar tu equipaje y tus objetos personales sin coger habitación. Fácil: otro robot se encargará de coger tus maletas y colocarlas en un armario blindado.
Por si esto fuera poco, dentro de la habitación también hay un pequeño robot al lado del cabecero de la cama que atenderá al cliente, facilitando información o tramitando cualquier queja.
Antes de acudir al hotel es imprescidible leer su manual de uso en la página web. En él nos hablan de los horarios y los diferentes sensores con los que está equipada la habitación.
El único servicio realizado por personas es la limpieza de las habitaciones, que de hecho es opcional en algunos casos.