Si tuviésemos que dar una razón histórica por la cual la cultura japonesa es tan especial, diferente y con peculiaridades incluso respecto a sus vecinos asiáticos, ésa sería la era Edo. Gobernada por los Tokugawa, la nación del Sol Naciente se mantuvo prácticamente aislada del resto del mundo durante dos siglos y medio. El final de este incomparable periodo, conocido como Restauración Meiji, tuvo un gran número de protagonistas, entre quienes destaca el sanguinario grupo de control ciudadano Shinsengumi.
La llegada de extranjeros a las costas niponas a mediados del siglo XIX fue un evento del todo polarizador en la sociedad y política. Partidarios y detractores de la influencia extranjera se mezclaban con críticos y defensores del régimen gobernante del momento, liderado por el shôgun Tokugawa. El descontento ocasionado entre cada uno de estos grupos ocasionó todo tipo de drásticas decisiones, como ataques súbitos contra la flota extranjera, intentonas de secuestro al emperador o arranques de violencia descontrolada en las calles de la capital imperial, Kioto.
En este ambiente enrarecido, efervescente de miedo y tensión, un grupo de excelentes espadachines fue designado para mantener el control en Kioto. El grupo fue llamado Shinsengumi, su emblema era el de la sinceridad (makoto, 誠), y sus integrantes eran en su mayoría hábiles luchadores de origen plebeyo pero regidos bajo principios samurái. Este último punto es muy importante, puesto que el rígido sistema de clases apenas había permitido hasta entonces el ascenso de alguien externo a la casta guerrera convertirse en servidor de un señor, y menos con tan elevado propósito: proteger el orden del shôgun.
El escrito publicado por Satori Ediciones, titulado ‘Shinsengumi: Los últimos samuráis del shôgun’ es un análisis e investigación sobre este cuerpo policial. El contenido del libro está apoyado en registros históricos, declaraciones de miembros del mismo y terceros de prestigio como Katsu Kaishû, excepcional miembro del gobierno del shôgun y visionario del futuro de Japón en aquella época tan incierta. Como tan bien se señala en el prólogo del mismo, su objetivo persigue la máxima transparencia de todo lo que sucedió en los años que el Shinsengumi estuvo activo, si bien muchos sucesos están rodeados de una incertidumbre irreducible.
Una de las cosas más fascinantes del ensayo es la cantidad de detalle que aporta sobre las personalidades que integraron el Shinsengumi, siendo la más relevante su líder, Kondô Isami. Este astuto y fornido espadachín, de ascendencia campesina, fue el alma del cuerpo policial mediante la proclamación del código a seguir y el mismo ejemplo de su persona. Fue un hombre de ideas claras, hambre de poder y absoluta carencia de miramientos en el asesinato de aquellos rebeldes que oponían resistencia. También impuso mano de hierro con los suyos, a quienes solo permitía la dimisión del cuerpo bajo ejecución del suicidio ritual.
Para entender el Shinsengumi, además, el libro añade una gran cantidad de información interesantísima sobre la época, las costumbres de la casta samurái y la gestión que el gobierno del shôgun y el consejo del Emperador respecto a qué hacer con los extranjeros. Descubrimos en sus páginas cómo el sistema feudal que llevaba varios siglos en pie estaba del todo caduco; cómo se elevaban a lo alto de la pirámide de la sociedad a unos guerreros que ya no tenían razones para desenvainar su katana; cómo la xenofobia no era más que una reacción a la mala gestión económica del gobierno. En este contexto tan ambiguo, el sake era muchas veces una excusa para matar, no solo para olvidar.
La narrativa nos acerca con mucha facilidad a los hechos, reservando el relato más académico a lo mínimo necesario y tomando forma más novelesca y de fácil lectura. Las casi 50 páginas de apéndices, aclaraciones y referencias que acompañan al ensayo lo hacen aún más interesante, profundizando en todos aquellos momentos históricos y personajes que fueron trascendentales en la Restauración Meiji, posiblemente el acontecimiento político más importante de Japón en su historia reciente. Esta es una lectura que va más allá de retratar al Shinsengumi, es todo un relato generacional y de intachable valor narrativo.
Si quieres aprender más del Shinsengumi, echa un vistazo a Así eran los shinsengumi, ley y orden del shogunato
Shinsengumi. Los últimos samuráis del shogun
Autor: Romulus Hillsborough
Editorial: Satori
Formato: Papel
Año: 2019