Pensamiento japonés

La pasión y su imprevisible llama. ‘Jônetsu monogatari’

Comprender la manera de sentir de los japoneses, tan dispar a la occidental, viene muchas veces apoyado por la lectura de los autores autóctonos de la era Meiji (1868-1912). Sôseki, Kawabata, Mishima… son algunos de los que mejor supieron expandir la expresividad y los sentimientos humanos en las letras japonesas. Sus obras son hoy en día muy celebradas; y en ocasiones tienen ecos, conmemoraciones, en la actualidad. ‘Jônetsu monogatari’ es un conjunto de relatos que tratan de dibujar lo mejor del sensacionismo y espiritualismo japonés con una paleta de colores intensos, siguiendo la estela de la generación Meiji.

Ficha de la obra

Jonetsu-monogatari-cover-webJônetsu monogatari

Autor: María Jesús López-Beltrán

Editorial: Chidori Books

Formatos: Papel

Año: 2016


Reseña

No sólo es la responsable del blog de cultura japonesa Japan’s Eye, María Jesús López-Beltrán ha empezado su camino en el mundo de la narrativa con ‘Jônetsu monogatari’ como consecuencia de una afición incontenible por Japón y en especial de su literatura. Mediante seis historias cortas, la autora compone diferentes visiones de aquel Japón misterioso, tradicional, en ocasiones con tintes sobrenaturales.

-¡Iroyome!

Se oyeron gritos entre el público. Los estómagos más sensibles quedaron impactados por la visión del espectro. Kaito se arrojó en brazos de aquel demonio, diciendo:

«Deja que tu cabello me roce,

dame tu aliento mortal…

¡Tómame, Iroyome!»

El shamisen comenzó a llorar, y la sala estalló en aplausos.

Los relatos se sitúan en diferentes periodos históricos de Japón, desde la época de la dinastía Fujiwara de hace más de un milenio, hasta la era Meiji que caracterizó la modernización del país. Asimismo, podemos clasificar cada relato en varios géneros, desde el cuento fantástico hasta el relato costumbrista; pero hay un ingrediente que vertebra a todos ellos: la pasión.

En palabras de López-Beltrán «la pasión es una llama, pero cuando se vuelve demasiado intensa, se puede convertir en un fuego», una metáfora que sirve para contextualizar el sentimentalismo japonés que, debido a su particular razón de ser, resulta especialmente fascinante. ‘Jônetsu monogatari’ profundiza en una cultura en la que históricamente las pasiones han sido sistemáticamente reprimidas y han quedado muchas veces relegadas al imaginario y al mundo de los sueños.

La habilidad narrativa de López-Beltrán es indiscutible. Siguiendo un estilo similar al de los autores de la literatura de la expresividad con la que se introduce este artículo, los personajes de ‘Jônetsu monogatari’ son de un sentir profundo y en muchas ocasiones, angustiante. Son personajes atormentados por la incapacidad de materializar el amor por encima de las normas sociales; guiados por la ansiedad por escaparse de un yugo familiar férreo para dar rienda suelta a sus inquietudes vitales; desesperados por encontrar el reconocimiento de una sociedad que sólo valora a los triunfadores.

Mención especial merece el relato ‘El lobo y la rosa’ que combina de manera magistral el sentir de dos personajes que pertenecen a mundos distintos. El trasfondo que ambienta el relato capta con una precisión clínica la esencia de la cultura japonesa ancestral, profundizando en aquella creencia budista en la que existe la vida más allá de la muerte y ésta toma diferentes direcciones. Tanto el desarrollo como el desenlace de la historia quedan grabados en el subconsciente del lector.

-Hola.

Asa sintió una sacudida. ¿Quién había hablado? Asustada, se levantó y miró por el ventanuco.

-¿Por qué me traes flores cortadas?

La muchacha, pálida, creyó estar presa de alguna alucinación. Se volvió. La voz provenía de su izquierda. Pero, ¿qué había allí, aparte de ella misma?

Lo que también llama la atención de la obra es la variedad temática que ofrece, no sólo histórica sino también literaria. La autora ha jugado con elementos bien distintos para configurar cada uno de sus relatos -incluyendo acercamientos al teatro y la poesía-, lo que hace que la colección sea aún más interesante. Aunque, en cierto modo, es fácil señalar en qué puntos la autora ha podido lucir mejor su habilidad, quedando un conjunto de historias de calidad un poco dispar.


Conclusiones

López-Beltrán sabe entender y plasmar la sensibilidad japonesa en ‘Jônetsu monogatari’, creando universos eternos y etéreos de colores y formas explícitamente japoneses. Es tanto un homenaje como una visión propia de varios extractos culturales del País del Sol Naciente en forma de relato que, con una narrativa elegante, nos meten de lleno en los sueños y delirios de la pasión.


 

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