Pensamiento japonés

‘Mi individualismo’: el Natsume Sôseki ensayista que necesitábamos

En 2016 se cumplían 100 años de su muerte, y en 2017 han sido 150 desde su nacimiento. La figura de Natsume Sôseki es imprescindible en la cultura japonesa, no sólo en la literatura, y una buena demostración de ese hecho la encontramos en ‘Mi individualismo y otros ensayos’.

Mi individualismo y otros ensayos
Autor: Natsume Sôseki
Traducción: Kayoko Takagi
Prólogo: Carlos Martínez Shaw
Editorial: Satori
Formato: Papel
Año: 1911-1914 (JP), 2017 (ES)
 
La editorial Satori culmina 10 años de su existencia con la publicación de este título tan peculiar, celebrando así el aniversario de Sôseki. La colección ‘Mi individualismo y otros ensayos’ incluye 4 charlas en las que el autor de obras como ‘Soy un gato’ y ‘Kokoro’ demuestra su profundidad de pensamiento crítico sobre temas de rabiosa actualidad, que en su origen se trataron con el trasfondo del Japón en la era Meiji. Las charlas las impartió en distintos años a lo largo de Japón.

 
Cuando Japón se abrió a occidente en 1868, una cantidad ingente de modernidades e innovaciones de todo tipo inundaron la sociedad, sacudiendo la armonía establecida durante el largo dominio militar del shogunato Tokugawa (1603-1868). Este shock cultural, que aún tiene ecos en el presente, es explorado por Sôseki de una manera honesta, sencilla y muy cercana. Bajo su experiencia como profesor y su amplitud de miras tras haber viajado a Inglaterra, el discurso oral de Sôseki -reproducido de manera fidedigna en la edición- tiene sin duda un significado atemporal.
 
‘Apertura y progreso del Japón contemporáneo’ analiza con lupa el significado del término «progreso» en una sociedad sometida a una modernización forzosa. Los japoneses, como ente colectivo, no han evolucionado de manera progresiva para valorar adecuadamente qué aspectos de la nueva tecnología, la nueva moda o los nuevos modos son verdaderamente beneficiosos. Trata así de razonar el autor hasta qué punto esta fase de adaptación a lo occidental es perjudicial, y se pregunta si existen algunos mecanismos para afrontar la situación con garantías. Se percibe aquí un importante paralelismo con la globalización que actualmente sufre el mundo, para la cual Sôseki facilita claves que ayudan a entenderla.
 
Se vuelve un poco más metafísico el autor en ‘El contenido y la forma’, una fascinante disertación sobre los modelos a seguir que tradicionalmente se imponían en la sociedad japonesa. El modelo de vasallo, que lucha por su señor hasta la muerte. El modelo de padre, que ejerce la piedad filial hasta sus últimas consecuencias. El modelo de cualquier integrante del pueblo, en definitiva, que reúne una serie de cualidades incontestables, y que cabe preguntarse si, en realidad, es un mecanismo adecuado para guiar la conducta debido a su lejanía con la realidad.
 
Sôseki presenta una relación entre el lector y la obra en ‘La literatura y la moral’, en la que se dedica a distinguir las dos corrientes de la literatura, naturalismo y romanticismo, así como su representación en la ética humana. El argumentario de Sôseki es aplicable a toda literatura jamás escrita, puesto que alcanza a explicar el modelo moral del lector a través del tipo de historias que consume, argumentando con simplicidad que en definitiva, literatura y moral son inseparables.
 
La obra se ciera con ‘Mi individualismo’, el ensayo más complejo y con mayor información autobiográfica de los cuatro. Nada de ello es, por supuesto, gratuito. Su objetivo es desmitificar la férrea educación hacia el colectivo por la que se caracteriza la tradición japonesa, en la que todo buen acto se presupone dirigido al bien del prójimo, y cualquier actitud individualista es censurada con severidad. Este asunto, enraizado aún hoy en Japón, es desgranado con asombrosa facilidad por Sôseki, cuya amplitud de miras queda sin duda demostrada.

 


‘Mi individualismo’ resulta una lectura realmente satisfactoria, y por diversos motivos. En primer lugar, porque muestra una faceta de Natsume Sôseki que era prácticamente desconocida en las bibliotecas en español, y nos permite acercarnos a la manera de pensar de un personaje irrepetible en la historia japonesa. En segundo lugar, por el valor propio de los ensayos, que pueden presumir de ser eternos. La era Meiji es un periodo único en el mundo dado su contexto sociocultural, y el análisis que realiza Sôseki en ‘Mi individualismo’, nacido en la Restauración Meiji, es de un valor incalculable.

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